El acoso laboral, también denominado mobbing, es una forma de violencia psicológica sistemática que se produce dentro del entorno profesional. Este fenómeno se caracteriza por comportamientos hostiles, repetidos e intencionados, que buscan desestabilizar emocional y profesionalmente a la persona que lo sufre.
A diferencia de conflictos puntuales, el acoso laboral implica una dinámica prolongada de maltrato verbal, conductual o emocional, que deteriora de manera significativa la salud mental y física del trabajador que lo sufre. Aunque históricamente ha sido un problema infravalorado, hoy en día existe una mayor visibilidad y conciencia sobre su impacto clínico y social, así como su alta incidencia en determinados sectores laborales.
En España, los datos indican que una proporción considerable de la población activa ha sido víctima directa o indirecta de acoso en el trabajo, con una mayor prevalencia entre las mujeres y en puestos con estructura jerárquica rígida. Esta realidad afecta tanto al bienestar individual como a la productividad, cohesión del equipo y cultura organizacional.
Desde el ámbito clínico, el acoso laboral es un motivo frecuente de consulta psicológica. Las personas que lo padecen presentan cuadros de ansiedad y/o depresión, estrés crónico, trastornos psicosomáticos y pérdida de autoestima, entre otros síntomas. La detección temprana, el acompañamiento terapéutico y la intervención profesional son claves para prevenir el deterioro progresivo y ayudar a las víctimas a recuperar su estabilidad emocional y funcionalidad personal.
DATOS Y PREVALENCIA DEL ACOSO LABORAL
Las cifras reflejan al mismo tiempo un problema estructural en el mundo laboral y una falta de recursos psicoemocionales y protocolos efectivos de prevención y detección. Según datos del Observatorio de Acoso Laboral de UGT y otras fuentes como el INE y la Fundación La Caixa:
- El 30 % de los trabajadores en España se encuentran en riesgo medio o alto de acoso.
- Un 11,2 % lo sufre de forma continuada.
- El acoso psicológico es el más frecuente, seguido del sexual.
- Las mujeres son más propensas a sufrir acoso por razón de sexo, y muchas lo silencian: el 72 % de los casos no se denuncian.
- El perfil del acosador suele corresponderse con figuras de autoridad directa (jefes/as o superiores).
CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS Y FÍSICAS DEL MOBBING Cuando no se interviene, las secuelas pueden cronificarse, afectar a la vida familiar, social y profesional, e incluso desembocar en baja laboral de larga duración o incapacidad. Ni que decir tiene que el acoso laboral genera un impacto profundo en el bienestar psicológico:
- Ansiedad generalizada y ataques de pánico
- Depresión reactiva o clínica
- Síndrome de burnout
- Estrés postraumático
- Insomnio, somatizaciones, alteraciones gastrointestinales y/o cardiovasculares
- Aislamiento social y retraimiento
- Baja autoestima, sensación de inutilidad y culpabilidad
CÓMO DETECTAR EL ACOSO LABORAL A TIEMPO
La detección precoz es crucial para evitar daños mayores. Reconocer estos patrones permite actuar antes de que el daño psicológico sea irreversible. Las señales de alerta incluyen:
- Exclusión sistemática de reuniones o canales de información
- Ridiculización constante, desprecio verbal o gestos de burla
- Críticas sin base o supervisión abusiva
- Tareas incoherentes con el puesto o carga desproporcionada
- Cambios repentinos en el estado de ánimo, somatizaciones físicas
- Miedo irracional a acudir al trabajo
INTERVENCIÓN DESDE LA CONSULTA PSICOLÓGICA
Un centro psicológico especializado como el nuestro puede marcar la diferencia en la recuperación de una víctima de acoso laboral. A través de un trabajo interdisciplinar se puede restaurar la integridad psíquica y relacional del paciente, previniendo futuros episodios de victimización. El abordaje incluye aspectos como:
- Evaluación clínica inicial. Uso de entrevistas estructuradas y test psicométricos (depresión, ansiedad, burnout, autoestima) para valorar el impacto emocional.
- Terapia cognitivo-conductual (TCC). Reestructuración de pensamientos distorsionados, entrenamiento en habilidades sociales, afrontamiento de conflictos y técnicas de afrontamiento.
- Entrenamiento en asertividad. Para que el/la paciente recupere su capacidad de defensa emocional y aprenda a poner límites sin culpa.
- Regulación emocional. Mindfulness, técnicas de relajación y control del estrés para reducir activación fisiológica y mejorar el sueño.
- Reconstrucción del proyecto personal. Acompañamiento en decisiones laborales (cambio de puesto, baja, denuncia), reforzando la seguridad y autonomía.
- Asesoramiento legal y documental. Apoyo en la preparación de informes asistenciales y/o periciales, derivación a especialistas o gestión de trámites con mutuas y servicios jurídicos.
Posdata: el acoso laboral es una forma de violencia
El acoso laboral no es una sensación personal ni un simple conflicto entre compañeros. Es una forma de violencia psicológica sostenida, con graves consecuencias clínicas. Sus efectos van más allá del entorno laboral y deterioran profundamente la calidad de vida de quien lo sufre.
Desde nuestro centro psicológico, acompañamos a las personas afectadas a través de intervenciones profesionales, humanas y eficaces. Ayudamos a que recuperen su bienestar emocional, restauren su autoestima y desarrollen recursos para prevenir o afrontar nuevas situaciones de riesgo. La terapia no solo trata el daño, también empodera a la persona a tomar decisiones conscientes y saludables para su presente y futuro.